Mi calificación:
Hace unos años me llamó la atención una hermosa canción del conjunto mexicano Café Tacuba. Indagando, como ya es costumbre en vuestro héroe, este -o sea yo- descubrió una maravilla: se basaba en una novela mexicana ambientada en los años cuarenta, de una intensidad poco frecuente en novelas breves y empleando un modo tan real de describir y evocar, que es imposible no transportarse a esa época y terminar picando cebollas para ocultar las emociones que desata un desenlace desolador.